browser icon
You are using an insecure version of your web browser. Please update your browser!
Using an outdated browser makes your computer unsafe. For a safer, faster, more enjoyable user experience, please update your browser today or try a newer browser.

EL TERROR ASIRIO

Posted by on 11 abril, 2011
ReyAsurbanipal, rey de  de Asiria, hijo de Asarhadon, y el león. Conocido también como Sardanápalo o Asur-Dan-Apal, del cual se desconoce la fecha de nacimiento. Se piensa que falleció hacia el  631 a. C

Asurbanipal, el rey asirio, el Sardanápalo de la leyenda, pasaba parte de su tiempo en la biblioteca de Nínive. Cuando estaba fatigado de leer y escribir, hacía soltar en su parque leones, con los que combatía cuerpo a cuerpo, o enviaba a las provincias órdenes que sobrepasaban todas las crueldades conocidas: desollar vivo a un prisionero señalado, lanzar al estiércol los huesos de reyes vencidos para privarles el reposo eterno. Pero, inquieto, consultaba sin cesar a sus adivinos. ¿Presentía acaso que el fin de Assur estaba próximo?

Semitas, los asirios se habían instalado en el norte de Mesopotamia, en el alto valle del Tigris; hacia 1880 a. de C., constituían su primer imperio, pero sus ambiciones se verían limitadas por la Babilonia del Hammurabi, los hititas, Mitanni. De 1200 a 950 a. de C., el país conoció una serie de invasiones y, en su lucha por la supervivencia, se transformó en una nación guerrera, que practicaba feroces métodos para aterrorizar al adversario.

La desaparición de los hititas, la decadencia egipcia, la ruina de Babilonia, permiten a los asirios dar toda su medida: las guerras defensivas se transforman en conquistas y en dominaciones sistemáticas.

Del 880 al 705 a. de C., Ashur-Nasirpal, Salmanasar, Tiglat-Pileser, Sargón II, constituyen un formidable imperio, que se extiende del Golfo Pérsico al Mediterráneo y al Asia Menor. Por todas partes, guarniciones vigilan a los pueblos sometidos; en caso de rebelión, se suceden las matanzas y las deportaciones. El arte de la guerra se eleva a una perfección hasta entonces inigualada. Pero una  movilización permanente agota los recursos naturales y el odio rodea a los conquistadores. Senaquerib destruye Babilonia (589 a. de C.). Estupefacto, todo el Oriente espera la venganza anunciada por los profetas de Israel. Y la venganza se prepara en el Este, entre los Medos, instalados sobre la llanura del Irán después de las invasiones indoeuropeas. A los veinte años de la muerte de Asurbanipal, Nínive dejará de existir.

Los valles de la Alta Mesopotamia, en el norte de los ríos Tigris y Éufrates, estaban habitados en el siglo XIV a. C. por los asirios.

Los asirios eran un pueblo de pastores semitas, como los caldeos del sur, pero más guerreros que estos últimos. Su primitiva capital fue Azur, a orillas del Tigres, cerca del templo del dios del mismo nombre.

Eran hombres vigorosos y crueles, de nariz aguileña y labios gruesos, usaban largos cabellos y las barbas rizadas. Vestían túnicas de lino bordadas y capas de lana con franjas. Dedicados a la guerra, reunían cualidades militares: fuertes, valerosos, pero también sanguinarios.

Tributarios de los babilónicos, supieron aprovechar la decadencia de estos últimos y lograron emanciparse. Iniciaron la conquista de los territorios vecinos, para lo cual organizaron un gran ejército que llegó a ser el más poderoso y mejor equipado de Oriente.

El ejército asirio poseía infantería y caballería. Los infantes cubrían la cabeza con un casco de metal coronado por una cimera y protegían el cuerpo con una coraza de cuero. Sus armas ofensivas eran el arco y la flecha.

Los jinetes montaban sobre una pequeña alfombra sobre el lomo del caballo, no usaban silla ni estribo. Los reyes y personajes adinerados peleaban utilizando un carro de dos ruedas, cerrado por delante y tirado por dos caballos. Para ocupar fortalezas empleaban máquinas, como el ariete y la torre con ruedas, también construían galerías subterráneas debajo de las murallas.

Los asirios fueron sanguinarios e implacables con los vencidos y los sometían a terribles tormentos. Arrasaban las ciudades y talaban los campos, para luego distribuir el botín producto del saqueo.

No tardaron en despoblar Azur y establecerse en Nínive, ciudad fortificada a orillas del Tigris.

La dinastía de los sargónidas –la más destacada- inició una serie de guerras expansivas, las cuales, si bien aumentaron la extensión del territorio, lo debilitaron en su poderío. En el año 625 a. C., Nabopalasar, rey caldeo –aliado con lo medos, puso sitio a Nínive y luego de ocupar la ciudad terminó con el predominio asirio.

IMAGEN 1: Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=611824

2 Responses to EL TERROR ASIRIO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.