por Alejandro Héctor Justiparán
«No aprendemos más». El latiguillo, cual letanía o profecia autocumplida, es escuchado cada vez que repetimos un error o «chocamos con la misma piedra». ¿Repetiremos viejos errores por falta de memoria o porque quizás nunca los registramos como tales?. Hace unas semanas el ex-presidente Eduardo Duhalde, desde El Salvador, criticó duramente al gobierno por impulsar los juicios por violaciones a los derechos humanos perpetrados durante la última dictadura y propició la participación de las Fuerzas Armadas en el combate contra la inseguridad.
“Pienso que se humilla a las Fuerzas Armadas de hoy, no hablo de las que están enjuiciadas. Y que en vez de ser utilizadas, como en México o Brasil, para ayudar al país a salir de una crisis de inseguridad muy grave, se las tiene arrinconadas y humilladas”, se quejó Duhalde en declaraciones a Radio 10.
“Esto (la dictadura) pasó en el ‘76, y si seguimos mirando para atrás no nos damos cuenta de que las Fuerzas Armadas de hoy son necesarias”, apuntó.
http://www.lavoz.com.ar/10/01/26/secciones/politica/nota.asp?nota_id=586066
Recurramos a la Historia.
En Argentina, después de 1955, los jefes de la “Revolución Libertadora” decidieron abandonar la DOCTRINA DE LA DEFENSA NACIONAL vigente durante el peronismo según el concepto clásico de “nación en armas” que consideraba como hipótesis de guerra la provocada por el enemigo externo. La nueva doctrina aceptaba la integración de las Fuerzas Armadas nacionales en los dispositivos internacionales de defensa creados por los EEUU que tenia como hipótesis de conflicto los provocados por un “enemigo interno”. Las fuerzas militares controlarían las FRONTERAS IDEOLÓGICAS, vigilarían las actividades políticas de la ciudadanía reprimiendo las manifestaciones políticas “subversivas”. También avanzaba el control sobre la sociedad civil y la esfera de la vida privada.
Aunque el blanco principal declarado era el comunismo, las actividades represivas apuntaban a los sectores que pudiesen intentar manifestar su descontento con el gobierno, así como quienes desafiaran los valores morales y culturales que debían primar en una sociedad occidental y cristiana.
Sabemos cuales fueron las consecuencias del accionar «policial» del Ejèrcito en el pasado. Proponer la participación de las Fuerzas Armadas para combatir la seguridad interna, en una labor para la cual no estan preparados ni capacitados, suena, al menos, como una irresponsabilidad.
¿Obra el dr. Duhalde por falta de memoria? Obviamente no. Obedece a un marco ideológico al que pertenece. Si señores, es mentira que las ideologias han muerto como nos han hecho querer creer. El Dr. Duhalde y quienes opinan como él pertenecen al arco ideológico de la derecha vernácula, conservadora, autoritaria y poco afecta a respetar a aquellas instituciones republicanas que dicen defender. Lo que si hacen, es aprovecharse de la falta de memoria de mucha gente, que por obra y gracia del tan mentado «sentido común», encuentran lógica en estos planteos al carecer del conocimiento histórico del pasado reciente.
Como broche de oro, sus últimas declaraciones abogan por «parir en 2011 un gobierno de todos» para «el que quiere a (Jorge) Videla y el que no lo quiere«.
http://www.elargentino.com/nota-79452-Duhalde-pide-que-se-respete-al-que-quiere-a-Videla.html
¿Hace falta agregar algo más?