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EL PRIMER TRIUNVIRATO. Un intento centralizador en el Río de la Plata

Posted by on 18 octubre, 2010

La derrota del ejército patriota en Huaqui, el levantamiento del sitio a Montevideo, y el bloqueo y cañoneo de naves realistas al Puerto de Buenos Aires, desprestigiaron la labor de la Junta Grande, a la que los opositores porteños responsabilizaron de la crítica situación. Mediante la intermediación del Cabildo, el gobierno decretó el 23 de septiembre de 1811 “la creación de un ejecutivo, cuya conducta debía quedar ajustada a las disposiciones que le dictaría la Junta”. El bando que anunciaba su creación decía que la Junta “ha acordado constituir un Poder Ejecutivo compuesto de tres vocales y tres secretarios sin voto; y debiendo ser los sujetos en quienes recayese la elección, de probidad y pública aceptación, se procuró explotar la voluntad general de esta ciudad, por unánime votación, se eligieron los siguientes: para vocales, los señores coronel doctor Feliciano Chiclana, don Manuel de Sarratea y el doctor Juan José Paso; y para secretarios sin voto los señores, doctor José Julián Perez, de Gobierno; doctor Bernardino Rivadavia, de Guerra y doctor Vicente López, de Hacienda; los cuales tomarán el gobierno bajo las reglas o modificaciones que deberá establecer la corporación o Junta Conservadora”.

Con la creación del Triunvirato[1], triunfaba la fracción morenista, porque de los seis electos, cinco eran porteños y sólo Pérez provinciano. Por el bando se decía que el nuevo ejecutivo debía obrar según las reglas que le diera la Junta Conservadora (ex Junta Grande). Veremos que el enfrentamiento estaba próximo.

La Junta Grande había demostrado su incapacidad para el ejercicio de las funciones ejecutivas, tal como lo había predicho Mariano Moreno, en el enfrentamiento que protagonizó con la facción saavedrista y que significó su alejamiento de la Primera Junta de gobierno. La creación del nuevo ejecutivo trataba de remediar el error cometido el 18 de diciembre del año anterior (cuando la Junta Grande se había constituido).

LA JUNTA CONSERVADORA y EL TRIUNVIRATO

El Reglamento Orgánico

El decreto del 23 de Septiembre ordenaba que el Triunvirato debía gobernar ateniendose a las normas que le fijara la Junta Conservadora, subordinando al Poder Ejecutivo bajo el poder del Legislativo. Ambos organismos, no tardaron en distanciarse,

El Triunvirato representaba los intereses porteños, y sostenía que la profunda crisis que afectaba al territorio, justificaba el establecimiento de un gobierno centralizado, en el que Buenos Aires impondría su superioridad sobre las provincias. Su máximo exponente era Bernardino Rivadavia.

La Junta Conservadora –bajo la influencia del Dean Funes- representaba el sentir provinciano, que también aspiraba al poder político.

El 22 de octubre de 1811, la Junta de Diputados dictó el Reglamento Orgánico, fijando las atribuciones de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Se establecía así –por primera vez en nuestro territorio- la separación de poderes. En su Preámbulo reconocía que “los hombres tienen ciertos derechos que no les es permitido abandonar”, reconociendo las derechos civiles que son atributos de la persona humana. En cuanto a la legitimidad de los poderes, sostenía que “para que una autoridad sea legítima entre las ciudades de nuestra confederación política, debe nacer del seno de ellas mismas y ser una obra de sus propias manos”. Se adoptaba así la doctrina del federalismo comunal, basado en hechos positivos como las autonomías de las ciudades cabildos. Dichas autonomías existían desde la colonia, y sobre ellas debía apoyarse cualquier organización política en los primeros tiempos de la Revolución. El Reglamento Orgánico comprendía tres secciones.

La primera era dedicada a la Junta Conservadora (poder legislativo) y le atribuía hacer la declaración de guerra, la paz, la tregua, tratados de límites, de comercio, la creación de nuevos impuestos, de tribunales o empleos desconocidos en la administración; y como cuerpo electoral el nombramiento de los individuos del poder ejecutivo, en caso de muerte o renuncia de sus integrantes.

La segunda parte del reglamento estaba dedicada al Poder Ejecutivo, es decir, al Triunvirato. “La defensa del Estado, la organización de los ejércitos, el sosiego público, la libertad civil, la recaudación e inversión de los fondos del Estado, el cumplimiento de las leyes y la seguridad real y personal de todos los ciudadanos, forman el objeto del ejercicio de su autoridad”. Determinaba sus limitaciones, “no podrá tener arrestado a ningún individuo, en ningún caso, más de 48 horas, dentro de cuyo término deberá remitirlo al juez competente (…) la infracción de este artículo se considerará como un atentado contra la libertad de los ciudadanos y cualquiera, en este caso, podrá elevar su queja a la Junta Conservadora”. Sin dudas, notables determinaciones.

El artículo 13 decía que “el poder ejecutivo será responsable a la Junta Conservadora de su conducta pública”, en concordancia con el decreto del 23 de septiembre. Dicho artículo ha sido muy cuestionado porque subordinaba al poder ejecutivo bajo la órbita del poder legislativo.

La tercera parte era dedicada al Poder Judicial. “El poder judicial es independiente y a el sólo toca juzgar a los ciudadanos.

“En lo expuesto hasta aquí, consistía el reglamento orgánico del año 1811, lleno de sanos principios, concebido según las doctrinas políticas mejor fundadas y suficiente como arreglo provisional de los poderes y funciones gubernamentales, pudo servir para satisfacer las exigencias de la situación nacional en aquella época, si un hombre que esperaba ansioso el momento de llegar a la cumbre del gobierno para imponer desde ella sus ideas centralistas y absorbentes, no hubiese malogrado los primeros frutos que la libertad comenzaba a producir dentro del orden y la legalidad”.[2]

Bernardino Rivadavia

El Triunvirato acusó recibo del Reglamento y consideró que la Junta Conservadora se reservaba excesivas atribuciones; sometiendo el documento a estudio del Cabildo, organismo que no estaba facultado para intervenir. Esta maniobra política, significaba el sometimiento de una norma nacional (sancionada por diputados de las provincias y de la capital) a la opinión de un organismo municipal (el Cabildo). La Junta  reclamó con justa razón, porque se estaba atentando contra los poderes que había recibido de los pueblos. Bajo la influencia de Rivadavia, la Junta fue declarada rebelde y disuelta, enviando a sus miembros de regreso a sus jurisdicciones. Las Juntas provinciales seguirían la misma suerte, para ser reemplazadas por el antiguo sistema intendencial de funcionarios elegidos por el poder central. Por último, el Reglamento Orgánico, sería reemplazado por un Estatuto Provisional, redactado por Rivadavia. Dicho documento fue dictado el 22 de noviembre de 1811[3], y jurado el 1º de diciembre.

El Estatuto Provisional

En su artículo 1º establecía que los vocales se renovarían alternativamente cada 6 meses y que los secretarios se mantendrían en sus cargos. Recordemos que el Secretario inamovible del Triunvirato que redactó el Estatuto era Bernardino Rivadavia, alma y cabeza de aquel cuerpo.

La segunda parte se ocupaba de la renovación de los triunviros. “Para la elección que debe sustituir al vocal saliente, se creará una Asamblea General, compuesta del Ayuntamiento, de las representaciones que nombran los pueblos y de un número considerable de ciudadanos elegidos por el vecindario de esta capital, según el orden, modo y forma que prescribirá el Gobierno en un Reglamento que se publicará a la posible brevedad; en las ausencias temporales, suplirán los secretarios”.[4]

La primer Asamblea se constituyó en abril de 1812, con cada provincia representada por un diputado, a excepción de la Banda Oriental, la que obtuvo dos. Con respecto a la presencia de los ciudadanos, en un principio su número se fijó en cien, pero ante las dificultades que se presentaban se acordó que serían treinta y tres los elegidos.

Queda claro que la manera en la que se organizaba la Asamblea, establecía indiscutiblemente la supremacía de Buenos Aires sobre el resto de las provincias (los vecinos estarían en una proporción cuatro veces mayor a la representación del resto del país).

“ En el fondo, este triunvirato vino a representar el primer paso de la creciente tendencia de Buenos Aires a concentrar el poder en un centralismo sesgado por un porteñismo recalcitrante”.[5]

El 1º de diciembre el Estatuto fue jurado en la Plaza de la Victoria, ante las tropas que regresaban de la Banda Oriental, tras el armisticio firmado con el virrey Elio.

El 23 de marzo de 1812, Paso terminó su período, siendo reemplazado provisionalmente por Rivadavia. Debía producirse además, otra vacante, ya que Sarratea había sido designado jefe del Ejército patriota en la Banda Oriental. Rivadavia pretendía que la Asamblea eligiera a Pueyrredón, que por hallarse ausente (en el Ejército del norte) sería reemplazado interinamente por él, hasta tanto ocurriera la otra vacante (Sarratea) que pretendía ocupar definitivamente.

El 4 de abril se reunió la Asamblea[6], y el día 6  nombró a Pueyrredón, designando como su suplente a José Miguel Diaz Velez. Rivadavia quedaba postergado. Reaccionó rápidamente, ¿cómo?, disolviendo la Asamblea.

OBRA DEL TRIUNVIRATO

a) Política y judicial.

–         El 26 de octubre de 1811 el Triunvirato creó una Junta Protectora de Libertad de Imprenta.

–         Se dio a conocer el Decreto de la seguridad individual (anticipo del actual habeas Corpus).

–         Prohibición del tráfico de esclavos.

–         Creación de la escarapela nacional -18 de febrero de 1812- a solicitud del General Belgrano.

–         El 23 de enero de 1812 dio a conocer el Reglamento de Institución y administración de justicia, que reemplaza a la antigua Audiencia por la Cámara de Apelaciones y además establece un Tribunal de Concordia.

b) Cultural y económica.

–         Fueron creadas dos escuelas primarias y se solicitó la venida al país de profesores europeos .

–         El Triunvirato suprimió el estanco del Tabaco, es decir, el monopolio de ese artículo por cuenta del Estado.

–         Dio impulso a la agricultura y a las industrias.

c) Militar.

–         Se instaló un Estado Mayor Militar para reformar y disciplinar el ejército.

–         Se creó el Regimiento de Granaderos a Caballo.

Se precipita la caída del Triunvirato

La gestión del Triunvirato, bajo la influencia de Rivadavia, mostraba en sus actos rasgos definidamente autoritarios. Se reprendió duramente a Manuel Belgrano por haber enarbolado una bandera nacional a orillas del Paraná. Por otra parte, el sector morenista que en un principio se había asociado a su gestión, comenzó a distanciarse del Triunvirato. La Sociedad Patriótica, a través de Bernardo de Monteagudo, criticaba duramente la gestión rivadaviana a través de sus artículos en La Gazeta. A esto se sumaba la acción de la recién llegada Logia Lautaro, que había comenzado a trabajar por la independencia nacional y la organización política.

A las dificultades de orden político, se agregaba la grave situación del Ejército del Norte, asediado por el ejército realista. Gran descontento provocó la orden de retirada enviada por las autoridades porteñas al General Belgrano.

El 5 de octubre, llegaron las noticias de la victoria del ejército patriota en Tucumán. Dicho triunfo no pudo ser capitalizado por el Triunvirato, ya que se había producido gracias a la desobediencia de Belgrano a las órdenes impartidas.

El 6 de octubre, se reunió la Asamblea Electoral y designó nuevo triunviro –en reemplazo de Sarratea que había cesado- al doctor Pedro Medrano, el candidato de Rivadavia. El descontento fue general.

Al amanecer del 8 de octubre se presentaron en la Plaza de la Victoria las tropas de los Granaderos a Caballo, bajo las órdenes de San Martín, el Regimiento Nº 2, dirigido por Ortíz de Ocampo y la artillería del comandante Manuel Pinto. Los revolucionarios exigieron la convocatoria a un Cabildo Abierto y entregaron un petitorio en el que exigían: “que en el acto se suspendiera la Asamblea y cesara el gobierno en sus funciones y, reasumiendo la autoridad de que fuera investido por el pueblo el 22 de mayo de 1810, creara un Ejecutivo compuesto por las personas más dignas del sufragio público, debiendo convocarse a una Asamblea General Extraordinaria en el preciso término de noventa dias”.

El Cabildo accedió a lo solicitado y nombró para ejercer un nuevo gobierno provisional –hasta que se reuniese la Asamblea- a Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Alvarez Jonte. Nacía el segundo Triunvirato.


[1] El nombre oficial que figura en los documentos oficiales es el de Gobierno Superior de las Provincias Unidas del Río de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII. Históricamente se le llamó Primer Triunvirato. Se extendió desde 23/9/1811 hasta el 8/10/1812.

[2] ACEVEDO, J. E., Historia Argentina y Constitución Nacional, Lacort editor, Buenos Aires, 1940, pág. 165.

[3] Su nombre oficial fue el de “Estatuto provisional del gobierno superior de las Provincias Unidas del Río de la Plata, a nombre del señor Fernando VII”.

[4] ACEVEDO, J.E, op. Cit. Pág. 166.

[5] DEPARTAMENTO de HISTORIA del COLEGIO NACIONAL de BUENOS AIRES, “Historia Argentina, desde la prehistoria hasta la actualidad”, Página 12, Buenos Aires, 1999, pág. 214.

[6] La integraban los 33 ciudadanos designados por el Cabildo y por 11 apoderados de los pueblos de las Provincias Unidas.

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