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PRESIDENCIA DE MITRE

Posted by on 30 abril, 2012

Luego de la batalla de Pavón, en la que Mitre derrota a Urquiza, quedó acéfalo el gobierno de la nación al renunciar las autoridades ejecutivas y legislativas de la Confederación Argentina residentes en Paraná. Intensas negociaciones se desarrollaron entre ambos líderes. ¿Habrá aceptado el entrerriano el liderazgo de Mitre a cambio de la conservación de su poder provincial? Sólo se puede conjeturar al respecto. Lo concreto fue la convocatoria a los representantes de todas las provincias con el objetivo de elegir autoridades nacionales y resolver sobre el lugar de residencia y financiamiento del nuevo ejecutivo. El 5 de octubre de 1862 la asamblea de electores eligió por unanimidad a Bartolomé Mitre presidente y a Marcos Paz vicepresidente de la nación. El objetivo propuesto era el de la defensa de los principios liberales, representados en el imperio de la libertad civil, política y económica y el predominio de la “civilización” urbana sobre la “barbarie” rural. Con Mitre se inaugura el ciclo de las «presidencias históricas o fundacionales», que también incluyen a las gestiones de Sarmiento y Avellaneda.

Bartolomé Mitre

¿Cuál fue su obra?….

“Nacionalidad, Constitución y Libertad” era el lema que resumía el nuevo programa de gobierno, con eje en la organización institucional de los tres poderes del Estado. El Ejército permanente creado por Mitre contribuyó a la centralización política, actuando en la represión de los conflictos provinciales con las montoneras, y enla Guerra contra el Paraguay.

Instauró la Corte Suprema de Justicia y reglamentó el funcionamiento del Poder Judicial nacional. Le encargó a Dalmacio Vélez Sarsfield la redacción de un Código Civil, y nacionalizó el Código de Comercio del Estado de Buenos Aires. Ambos códigos fueron aprobados por el Congreso Nacional durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento. En cambio, el Código Penal elaborado por Carlos Tejedor tuvo su aprobación casi dos décadas más tarde y el Código de Minería fue resistido porque desconocía los derechos de las provincias a la propiedad de las minas.

Con respecto a territorios considerados argentinos que no estaban comprendidos dentro de las provincias (ocupados por sus habitantes originarios), se sancionó una ley de territorios nacionales, que luego, en la medida en que se establecieron poblaciones permanentes con cierta importancia económica, se fueron provincializando.

En 1862 se inició la construcción del ferrocarril del Sud y el Central Argentino hacia Córdoba y Rosario. En 1863 se sancionó la Ley de Aduana que concedía franquicias al comercio con Europa y que elevó las rentas nacionales de siete a catorce millones de pesos oro. En cuestiones de instrucción pública se fundaron colegios nacionales en Catamarca, Salta, Tucumán, San Juan, Mendoza y en Buenos Aires.

EL PROBLEMA DE LA CAPITAL

Mitre estaba gobernando desde Buenos Aires, y necesitaba federalizarla, no sólo para solventar los gastos con los recursos de Aduana, sino también para disponer de un espacio público para las instituciones nacionales. Al no poder federalizar la provincia, hizo una ley de compromiso o residencia, mediante la cual se permitía al gobierno nacional residir en la ciudad de Buenos Aires y recaudar los derechos de Aduana, pero debía remitir al gobierno provincial bonaerense el dinero necesario para su presupuesto anual; asimismo este continuaba teniendo tropas propias, destinadas a la defensa de la frontera con los indígenas. Si bien este convenio era por cinco años, se prorrogó su vigencia hasta 1880. En cuanto ala Aduana, Mitre logró reformarla Constitución en 1866 nacionalizándolas definitivamente en todo el país.

CONFLICTOS EXTERNOS

Curupaiti, por Cándido López

Durante la presidencia de Mitre, el país enfrentó una sangrienta guerra con el Paraguay, país al que se enfrentó formando parte de una alianza con Brasil y Uruguay (Triple Alianza). Los motivos fueron variados. En Paraguay gobierna el Mariscal Francisco Solano López, en un territorio con fronteras aún no delimitadas pero que presentaba para la época, un progreso extraordinario. A diferencia de Buenos Aires, no importa productos alimenticios ni tiene deuda externa. Este milagro latinoamericano no cae bien a sus vecinos. En 1864 el general uruguayo Venancio Flores invade su país para tomar el poder, con el apoyo del gobierno argentino y brasilero, el que inclusive invade con sus tropas el territorio oriental para ayudar a los rebeldes.

Buenos Aires no condena la arbitrariedad brasileña ni hace respetar las obligaciones del tratado de 1828, y Paraguay queda solo en su protesta. El Mariscal López solicita permiso al gobierno argentino para atravesar con sus tropas territorio correntino para combatir al invasor brasilero. Mitre se niega y el Paraguay declara la guerra en marzo de 1865. Un mes después es firmado el Tratado dela Triple Alianza.El destino paraguayo está sellado. Resiste hasta que el 1º de marzo de 1870 fuerzas brasileras le dan alcance a López y lo asesinan en Cerro Corá. Paraguay pierde territorios y casi el 90% de su población masculina.

CONFLICTOS INTERNOS

Angel «Chacho» Peñaloza

Durante 1862 la gestión mitrista debió enfrentar levantamientos armados en el interior del país. Desde La Rioja, el general federal Angel Vicente Peñaloza, «el Chacho», quien contaba con apoyo en las zonas rurales del interior, y con influencia en Catamarca, San Juan, San Luis y Córdoba, denunció la política centralista porteña y los asesinatos cometidos en su nombre. En un primer momento, se negoció un acuerdo, pero ante la falta de cumplimiento de los términos acordados por parte de Mitre, el conflicto se reinició un año más tarde. Vale recordar la delicada situación económica de las provincias, carentes de recursos, devastadas por haber sido el escenario de la guerra civil. Peñaloza se erigía entonces en defensor de los intereses provinciales repetidamente perjudicados por el centralismo porteño. Para derrotarlo se organizaron fuerzas militares con colaboración de los gobernadores de Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y San Juan. Mitre le dio a Sarmiento, gobernador de San Juan, la dirección de esta “guerra de policía”. Peñaloza resistió con sus montoneras hasta noviembre de 1863, fecha en que fue tomado prisionero y asesinado a lanzazos por un coronel del Ejército Nacional.

Tras la derrota de las montoneras federales, nuevos alzamientos se produjeron contra las autoridades nacionales entre 1864 y 1866, y contra los reclutamientos forzosos para obtener soldados en la impopular guerra del Paraguay. En 1866 estalló en Mendoza la «rebelión de los colorados» liderados por Juan Saa y en 1867 el sanjuanino Juan de Dios Videla entró en San Juan, la rebelión continuó y Saa tomó San Luis mientras el riojano Aurelio Zalazar avanzó sobre La Rioja.Peroel principal movimiento fue encabezado por el catamarqueño Felipe Varela, hombre del Chacho, quien regresó de su exilio en Chile y organizó a las fuerzas contrarias al gobierno nacional. Antonio Taboada, caudillo santiagueño aliado de Mitre enfrentó a Varela y lo venció en abril de 1867 en Pozo de Vargas. Este huyó primero a Bolivia y luego a Chile donde murió en 1870.

Hacia fines del mandato de Mitre se presentó el problema de la sucesión presidencial. Se candidateaban Urquiza por el Partido Federal, con el apoyo del Litoral; Rufino de Elizalde por el Partido Nacionalista y Adolfo Alsina por el Partido Autonomista. Fue entonces que la oficialidad del Ejército propuso un candidato de unión: Domingo Faustino Sarmiento. Se consensuó así la fórmula Sarmiento / Alsina, que triunfó en los comicios de 1868.

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